Diversión para los niños en los campamentos urbanos

Cuando llegan las vacaciones de verano, los padres nos enfrentamos con tener que buscar opciones para mantener a nuestros hijos ocupados mientras estamos trabajando.

Una de las ofertas de ocio más interesantes para los niños de las grandes ciudades son los campamentos urbanos, que ofrecen a sus participantes muchas posibilidades de diversión sin tener que dejar su casa e irse de viaje.

De hecho, lo que más caracteriza a este tipo de campamentos es que permiten que los niños duerman en casa cada día, lo que hace más fácil compaginar sus ratos de ocio con la vida familiar, sin que los padres tengan que costear la estancia de los hijos fuera de casa.


La oferta y ventajas de los campamentos urbanos


Cuando se mencionan los campamentos urbanos, muchos niños piensan que van a seguir yendo al colegio, ya que su horario es muy parecido.

Pero, en realidad, no tiene nada que ver.

Un campamento urbano es un centro lúdico para que los niños se diviertan realizando actividades como deportes, piscina, manualidades, o talleres de de inglés o teatro y cuentacuentos. Además, se les ofrece comida, y un desayuno a media mañana, para que los padres no tengan que preocuparse por nada.

Acudir a estos campamentos solo representa cosas positivas para nuestros hijos. Uno de los primeros objetivos es que se diviertan pero, además, se les da la oportunidad de que aprendan cosas nuevas, de las que no tienen ocasión de aprender en su curso escolar habitual

Además, estos campamentos son perfectos para que los niños se sociabilicen y hagan nuevos amigos, siempre bajo un clima en el que se fomenta la cooperación y el trabajo en equipo como valores fundamentales.


La importancia de los campamentos de verano


Todos los que ahora somos padres hemos pasado por un campamento de verano en nuestra infancia. Quizás por eso, siempre optamos por enviar a nuestros hijos a pasar por una experiencia parecida.

El objetivo sigue siendo el mismo: que los niños se diviertan, se relacionen y vivan experiencias únicas. Pero ahora los campamentos son mucho más variados de los que teníamos nosotros: podemos decidirnos por campamentos urbanos, deportivos, de multi-aventuras, de idiomas, en la montaña, en playa o en el campo.

Sea cual sea el tipo de campamento al que vayamos a enviar a nuestro hijo, debemos ser conscientes de que aprenderá muchas cosas que lo harán evolucionar como persona. Y es que el planteamiento de un campamento incluye que los pequeños que participen en él mejoren sus habilidades sociales, aprendiendo a integrarse en un grupo, a comunicarse, a convivir, y a experimentar la libertad que no tienen en casa ni en la escuela, creando y participando en proyectos especiales.

El hecho de que un niño sea tímido, o los padres no lo consideren preparado para valerse por si solo fuera de casa, no tiene que ser motivo para que no disfrute de un campamento y de lo que puede aprender en él. Especialmente recomendables en estos casos, son los campamentos urbanos, que les harán sentirse seguros, ya que nunca dormirán fuera de casa.